. . . . . que una sonrisa salida de mi corazón es expresión de mi cariño y afecto para quienes me rodean, así ellos no lo perciban.
He aprendido
. . . . . . que una mirada sincera, tan solo de cinco minutos, sin pronunciar palabras es tan profunda, y tan especial que eternamente recordarè.
He aprendido
. . . . . . a ser madre y a desprenderme de mí misma para ver en mi hij@ la proyección hacia el futuro y el impacto que cada acción y aprendizaje compartido con ella irradiarán e iluminarán toda su vida y la de su entorno.
He aprendido
. . . . . . a perdonar mi pasado y a perdonarme por mi pasado que nunca cambiará, y por aquello que nunca debí haber hecho pero que hice. A perdonar a quienes me rodean, aceptando que somos diferentes.
He aprendido
. . . . . . a expresar mis sentimientos de amor, aprecio y respeto a aquellas personas que han sido importantes en mi vida. Quizá hoy sea mi ultimo día, y no quisiera irme sin haber dicho: Te amo, te quiero, te respeto, gracias, eres importante para mi… disculpame, te entiendo, lo lamento.
He aprendido
. . . . . . a confrontar mis apreciaciones frente a la vida, conmigo misma y con otras personas, que me permiten ampliar la visión que sobre el mundo tengo, y que a veces es equivocada.
He aprendido
. . . . . . a admirar la belleza de la naturaleza, de las estrellas, de la lluvia, del sol, de la luna, y sobre todo de quienes me rodean, y a ser tolerante frente a cosas que no puedo cambiar.
He aprendido
. . . . . . a sobreponerme de los fracasos, y a ver cada dificultad como un reto para mejorar.
He aprendido
. . . . . . que yo sin los otros no podría vivir. No quiero estar sola nunca. Y no es la soledad física. Es aquella soledad tan profunda que mi corazón la siente en lo más profundo de mi misma. Y por esto he aprendido que cada vez que comparto algo que puede enriquecer a otros, más me enriquezco yo, y menos sola me siento.
He aprendido
. . . . . . que amigo es aquel que respeta el silencio, a pesar de querer saber más. Que amigo es quien esta contigo en tu silencio y tu cuentas con él cuando quieras, sin agredir tu intimidad.
He aprendido
. . . . . . que el amor se expresa de diferentes formas. No solo el amor de pareja, de familia, sino entre amigos y las personas que nos rodean. Tan solo basta un pequeño detalle del corazón expresado a través de palabras, gestos, sonrisas o miradas.
He aprendido
. . . . . . a llorar, y expresar a través de mi llanto la nostalgia de un pasado que pudo ser y no fue, y la oportunidad de proyectar mi vida hacia ese futuro lleno de posibilidades ilimitadas para compartir, amar, soñar, esperar, dar, recibir, en fin vivir.
He aprendido
. . . . . . muchas cosas, y agradezco a todos por haber leído mis aprendizajes. Obviamente quiero aprender mucho más de muchas cosas, y posiblemente este equivocada en mis aprendizajes, pero igual es parte de este proceso de crecimiento tan individual y tan compartido por tantas personas, que creo que en la medida que compartamos nuestros aprendizajes más desarrollo tendremos no como personas individuales, sino como partes de un planeta mundo en el cual vivimos muchos seres llamados humanos.
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